La fundación Banco de Alimentos tiene como principal objetivo ayudar a la gente que no cuenta con los recursos básicos para subsistir. Es una organización sin fines de lucro que ayuda a comedores e instituciones a poder contar con todos los recursos necesarios para su día a día. La fundación solicita donaciones principalmente a los supermercados, para que, en lugar de que tiren los productos que se están por vencer y no pueden vender más, los donen, y evitando así el desperdicio de mucha cantidad de alimentos y productos diversos pudiendo, a su vez, ayudar a otros. Los alimentos y productos recibidos son almacenados, clasificados y distribuidos en comedores e instituciones. Previamente, estos tienen que ser almacenados y clasificados rápidamente, y como es mucha cantidad de alimentos y productos, gente con buena voluntad y con ganas de ayudar, presta su tiempo para que esto se haga de la manera más rápida posible.
El miércoles 7 de Junio, todo segundo año, fuimos a colaborar con esta Fundación. Hicimos grupos de 6 personas cada uno y primero clasificamos productos de higiene: shampoo, acondicionador, jabón, desodorante y cremas, en cajas. Cada caja tenía que tener un peso de 10 kilogramos máximo. Luego de terminar de clasificar todos los productos, clasificamos sopas de fideos en cajas de 10 kilogramos máximo.
En mi opinión, fue una experiencia muy linda y reconfortante. Reconfortante en el sentido de que es lindo saber que donando un poco de tu tiempo estás ayudando a otro. Era la primera vez que colaboraba con esta fundación, y la verdad que me encantó. Es muy bueno saber que donamos nuestro tiempo para ayudar a gente que realmente lo necesita. Saber que hay chicos que gracias a que nosotros y muchas personas más donamos nuestro tiempo, pueden comer o recibir productos importantes me genera mucha felicidad.
Me parece que estuvo muy buena la idea de ir y ayudar ya que nosotros tal vez no tomamos conciencia de lo que pasa en otros lugares/barrios. Para nosotros es normal llegar a casa y tener un plato de comida en la mesa, tener un lugar calentito para dormir, tener agua, electricidad, gas. Pero para la gente más humilde no es lo habitual. No siempre tienen un lugar para dormir, no siempre tienen luz, ni gas ni electricidad. No siempre que tienen hambre tienen comida. Por eso me parece que es importante y está bueno que nosotros podamos participar de estas experiencias, para que tomemos conciencia de lo que está pasando en muchos lugares de nuestro país y del mundo. De esta manera podemos aportar aunque sea un poquito a gente que de verdad lo necesita, podemos sentirnos parte de un pequeño grupo de personas que quiere ayudar, aunque sea en lo más mínimo, a que las cosas cambien.
Lucía Caviglione Fraga – 2do Año
Compartimos las fotos de los alumnos de 1er y 3er año que también realizaron esta visita.